"Los socialistas han encontrado en José Manuel Soria una vía para hacerle daño al Gobierno de Canarias". Con estas palabras intentaba justificar hace algunos días la presidenta de Coalición Canaria (CC) y candidata de esta formación a las elecciones europeas, Claudina Morales, las continuas críticas que desde la oposición socialista le han llovido en las últimas fechas al líder del PP de las Islas y también vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda del Ejecutivo regional.

En cierto modo, no erraba la presidenta de los nacionalistas. Al margen de sus consideraciones, detrás de los numerosos reproches que el PSC ha venido realizando sistemáticamente al líder de los populares canarios existe una estrategia, o dos, según se entienda, para erosionar, más si cabe, la imagen de José Manuel Soria.

Según fuentes socialistas consultadas por este periódico, la primera de las estrategias, que se ha ido produciendo en los últimos tiempos, era la de criticar directamente al máximo responsable de los populares canarios, por un lado, por los casos de supuesta corrupción en los que se ha visto implicado, y, por otro, por el "maltrato a los cabildos y ayuntamientos, a los que no les ha dado dinero".

Sobre el primer aspecto -el de la supuesta corrupción-, los socialistas aseguran que "ha sido fácil", puesto que se ha trabajado sobre hechos probados". Entre otros, citan argumentos como "que vivió en la casa de un empresario al que luego benefició con sus decisiones, o que se fue a pescar a Noruega con otro empresario al que también benefició".

Del segundo aspecto -el maltrato a los cabildos y ayuntamientos- los socialistas inciden en que ha quedado demostrada la mala gestión al frente de la Consejería de Economía y Hacienda. "En este caso ha hecho las cosas tan mal que meterse con él también ha sido fácil", subrayan desde el PSC. Precisamente, sobre este argumento los socialistas basaron el intento de reprobación de José Manuel Soria, esta semana en el Parlamento de Canarias, rechazada finalmente por CC y PP.

En este último caso, el de la reprobación, se enmarca la segunda estrategia del PSC. Según las fuentes consultadas, con el debate de reprobación, la votación nominal y sus consecuencias se quiere identificar a Soria con Paulino Rivero, presidente del Gobierno de Canarias. La manera de hacerlo es sencilla, a juicio de los socialistas: "Si Soria lo hace mal y Paulino no lo quita, Paulino es responsable".

En esta teoría, los socialistas incluyen las declaraciones de algún dirigente nacionalista como el presidente de CC en Gran Canaria, Manuel Lobo, quien dijo en días pasados que si fuera Soria dimitiría para no dañar la imagen del Gobierno. Además, los socialistas añaden a sus tesis que en Coalición Canaria había diputados que estaban dispuestos a votar a favor de la reprobación de José Manuel Soria, un hecho que finalmente no se produjo.

No obstante, los nacionalistas no pueden estar tranquilos. Si bien es verdad que la idea socialista es minar la imagen de Soria, y, de paso, la de Paulino Rivero, tampoco dejarán de hacer una dura oposición hacia Coalición Canaria. En las últimas semanas, y sobre todo desde que el PSOE necesita apoyos puntuales de CC en el Congreso de los Diputados, se había apreciado un cierto cambio en las declaraciones de los distintos dirigentes del PSOE, tanto en Canarias como en el Estado, y los mensajes de la oposición se habían centrado más en los asuntos de los populares. Sin embargo, y según confirman las fuentes socialistas, "no hay instrucciones por parte de la dirección federal del partido para no atacar a CC, porque al final son lo mismo".

De esta forma, la estrategia seguirá siendo clara y concisa: críticas a la gestión del Gobierno regional, y denuncia de aquellos aspectos que los socialistas consideran vitales para Canarias.