El Cabildo de Tenerife presentó ayer el Plan Territorial Especial de Ordenación para la Prevención de Riesgos y cuyo objetivo principal es la integración del análisis de los riesgos en el planeamiento territorial y urbanístico. Según detalló la consejera de Planificación, Pino de León, la "variable del riesgo debe ser tomada en cuenta en el planeamiento territorial", aunque detalló que el documento se limita a analizar la susceptibilidad de riesgo en las distintas zonas de la Isla, no el riesgo en sí.

El análisis de los riesgos analizados en el Plan se circunscribe al riesgo sísmico, volcánico, riesgo de avenidas, incendios forestales, riesgos asociados con la dinámica de vertientes (desprendimientos, deslizamientos, etc.) y riesgos tecnológicos (transporte de mercancías peligrosas y almacenamiento de sustancias peligrosas).

El acto también contó con la presencia del coordinador de Movilidad y Seguridad del Cabildo, Manuel Ortega, quien destacó la novedad de esta herramienta para la planificación territorial y la importancia de similares experiencias de coordinación entre áreas.

Para cada uno de los niveles de riesgo se distinguen, en el ámbito insular, las áreas más susceptibles de las que tienen menos probabilidad de registrar este tipo de eventos.

Se trata de una zonificación preliminar del riesgo con la que deberán establecerse una serie de criterios y medidas que deben seguir otros instrumentos de planeamiento, especialmente el urbanístico, para incluir la política de prevención del riesgo en la ordenación.

Pese a que el informe plantea seis tipos de riesgo, algunos de ellos tienen una baja probabilidad de ocurrencia, como es el caso del sísmico o el volcánico; por el contrario, el riego de incendio forestal será de los más comunes.