Aunque las empresas españolas, en su gran mayoría de pequeño y mediano tamaño (pymes y micropymes, si no llegan a los diez trabajadores), ya rebasan los baremos europeos en cuanto a implantación de internet de banda ancha (un 97% del total, frente al 88% en la media de la Unión Europea de los 25, pues la última comparativa data de 2007), en otros indicadores vinculados al uso eficaz de esa tecnología, como la presencia web, están a la cola (un 57,5%, frente al 70% comunitario), señala el director adjunto de planificación de programas de red.es -entidad adscrita al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio encargada de impulsar la sociedad de la información-, Francisco Javier Vieira.

"En los últimos años los indicadores de adopción de tecnología por parte de las pymes ha evolucionado de una forma considerable, pero ahora hay que fijar el foco en que aquellas empresas que han decidido dotarse de medios tecnológicos saquen partido a éstos para darse a conocer, poder vender y comprar a través de la red y, al final, mejorar su rentabilidad y su productividad, que es de lo que se trata", explica Vieira, ingeniero de telecomunicaciones con amplia experiencia en empresas privadas como Telefónica. Desde 2003 trabaja para red.es, que, entre otras cosas, gestiona los dominios ".es" y es parte esencial en el impulso del DNI electrónico y la TDT.

Red.es trabaja estrechamente con las comunidades autónomas y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). En su análisis de los ratios de empleo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), su director adjunto de programas pone de relieve "el importante recorrido de mejora" que tienen las empresas de las Islas en epígrafes como la puesta en marcha de una página web propia (sólo un 44,6%), el uso de la firma electrónica en sus transacciones (un 42%, cuando la media nacional es del 50%) o la utilización de sistemas de gestión (un 15,5%, frente al 23,2% del conjunto del país).

Para Vieira, hay dos razones básicas que retrasan el aprovechamiento de esta tecnología por parte de las empresas. La principal es "la falta de percepción de utilidad que hay en algunos casos todavía, porque no se establece una vinculación nítida entre el uso de la tecnología y la mejora de la cuenta de resultados de la compañía". En ello inciden políticas públicas como el Plan Avanza 2, "que está haciendo cada vez más hincapié en que las empresas sean conscientes de que la tecnología tiene un sentido: mejorar los resultados económicos".

El segundo lastre es "la desconfianza asociada a déficits de formación o conocimiento de los empresarios y empleados, o a noticias que a veces dan la sensación de que internet es un mundo poco seguro o en el que es complicado moverse".

Iniciativas como Empresas en Red o el programa Ninguna Empresa sin Web (NEW), del que ayer se impartió un taller en Tenerife, "pretenden dar a entender a las empresas la utilidad de tener presencia en internet, cómo a través de ella pueden acceder a un mercado global mucho más allá de su entorno inmediato, con un canal de publicidad que amplía su rango de clientes". En la presente edición se han superado ya las 10.000 empresas que se han dotado de una web propia, detalla.

En el proyecto Empresas en Red se seleccionan sectores de actividad y se ofrecen ejemplos de empresas que han sacado provecho de la instalación de TIC, para que compañías similares muestren predisposición a seguir ese camino y "reducir pasos en su modelo productivo", subraya Vieira.

Se trata de dar a conocer "casos concretos que demuestran que la tecnología es eficaz. Se ha documentado cómo durante la década de los 90 el 40% de los incrementos de productividad estaban asociados al uso de las tecnologías. La estrategia de Empresas en Red es trasladar esos datos a la realidad del empresario".