Tras el anuncio realizado hace algunas semanas por parte del gerente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel), Ricardo Fernández de la Puente, de que algunos establecimientos alojativos de la Isla estaban estudiando la posibilidad de realizar un cierre temporal de sus instalaciones después de las vacaciones de Semana Santa para acometer una serie de remodelaciones, ya son dos los complejos hoteleros que han confirmado su clausura durante unos meses.

En concreto se trata del Gran Tinerfe, de cuatro estrellas, y del Fiesta Paraíso Floral, de tres, ubicados en Costa Adeje y Playa Paraíso respectivamente, según revela el presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de la provincia de Santa Cruz de Tenerife (APAV), José Ignacio Alonso.

De este modo, el primero de ellos, perteneciente al grupo H10, tiene previsto mantener sus puertas cerradas entre el día 20 de este mes y el 23 de junio para llevar a cabo una reforma integral de sus dependencias en la que se contempla, incluso, el cambio de todo el mobiliario.

Así pues, la dirección del hotel, cuya construcción se remonta a 1971, ha considerado que éste es el momento idóneo para efectuar las obras en un recinto cuya última remodelación data de 2002.

Por su parte, los responsables de la cadena Fiesta Hotel Group también han decidido emprender en breve trabajos de mejora en el Fiesta Paraíso Floral, un edificio que cuenta con 30 años de antigüedad y que, aunque fue objeto de una renovación en 2005, requería una nueva intervención. De hecho, se espera que las actuaciones se prolonguen durante un plazo de dos meses.

Asimismo, una vez que concluyan las obras en el Paraíso Floral, a principios de julio, darán comienzo las obras en el Oasis Paraíso, el otro recinto hotelero del grupo en la zona, que, en este caso, permanecería cerrado aproximadamente un mes y medio.

Este establecimiento, también de tres estrellas, fue construido en 1987, por lo que es el más reciente de los tres. Sin embargo, es el que llevaba más tiempo sin ser sometido a labores de remodelación, que no se efectúan desde 1999.

"El cierre de estas instalaciones había sido comunicado a los agentes de viajes y touroperadores desde hace algunos meses, coincidiendo con el inicio del periodo de contrataciones para la temporada de verano, que se suele realizar con bastante antelación", explica Alonso.

En esta línea, puntualiza que "en lo que respecta a los dos hoteles del grupo Fiesta se informó al sector a finales de enero, mientras que en el caso del Gran Tinerfe se ratificó de manera oficial a finales de febrero o principios de marzo".

No obstante, el presidente provincial de la APAV recalca que "se trata de un parón para mejorar las instalaciones, aprovechando la baja actividad prevista para las próximas fechas, y no de un cierre definitivo".

Al respecto, apostilla que "pese a que se ha propagado el rumor de que en breve se iban a cerrar varios hoteles por la crisis, eso es, hoy por hoy, algo incierto y, si finalmente se llegara a producir, sería en todo caso a partir del próximo verano, puesto que en estos momentos la situación no es tan grave".

Por su parte, el gerente de Turismo de Tenerife, Alberto Bernabé, destaca que "se está dando más dramatismo del que se debiera ante la posibilidad de que algunos hoteles clausuren momentáneamente sus puertas, ya que, en realidad, es una práctica bastante habitual la utilización de los meses de menor ocupación para realizar reformas".

Por tanto, reitera que "no es un hecho nuevo, ni netamente achacable a la coyuntura económica". No en vano, en muchos destinos turísticos de la Península los establecimientos alojativos permanecen inactivos durante toda la campaña de invierno.

"Lo que sí es cierto -apunta Bernabé- es que en el Archipiélago, lo más frecuente hasta ahora era acometer las obras de acondicionamiento en dos fases, manteniendo siempre una parte del recinto abierta". De esta forma, asevera que "aprovechar el escaso movimiento para afrontar las mejoras no sólo es lógico sino recomendable, y, aunque evidentemente para las cuentas de los hoteles es peor, esta opción es más beneficiosa para los huéspedes, que no se verán afectados por las molestias de las obras".