Un cayuco con medio centenar de personas a bordo podría estar ya cerca del Archipiélago, después de que observadores internacionales en Mauritania comprobaran que la embarcación con los pasajeros se alejó de la costa del país africano, en la madrugada del pasado jueves, abarloada por un barco extranjero de grandes dimensiones para "burlar" el radar de la costa que detecta el movimiento de las embarcaciones.

Así lo aseguraron a EL DÍA las citadas fuentes, quienes precisaron que esos barcos, de bandera portuguesa, francesa y española, colaboran con los cayucos a la hora de alejarse del puerto, donde existe una fuerte vigilancia, aunque los organizadores de las travesías clandestinas buscan modos de esquivarla.

Las fuentes manifestaron que el estado de la mar en la costa africana hacía presagiar que el cayuco volviera a puerto, algo que no ha ocurrido, por lo que se prevé su llegada a las Islas, si es que no se ha quedado por el camino.

Los estudios realizados por la Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex) auguran un aumento de la inmigración clandestina por la crisis, porque, en opinión de los directivos de Frontex, los problemas económicos reducirán el número de personas que llegan de manera irregular por vía aérea, la fórmula más cara, y los candidatos a emigrar elegirán la vía marítima.

"No se pueden poner puertas al mar", lamentó la pasada semana Gil Arias, director adjunto de Frontex, quien resaltó que sí se puede incrementar la cooperación con los países desde donde parten la mayoría de pateras y los cayucos, como Senegal, Mauritania o Marruecos, con los que las autoridades españolas mantienen patrullas mixtas de control.

"Esta cooperación ha frenado la llegada a las costas canarias en un 21% en el primer trimestre de 2009 en relación con el mismo periodo del año anterior".

Asimismo, dijo que a pesar de que la presión migratoria hacia las costas españolas es menor, Frontex mantendrá su dispositivo en el Archipiélago. Sin embargo, reconoció que los Estados europeos responden a las necesidades de Frontex, "aunque no lo hacen en la medida en que quisiéramos", dijo Arias, quien señaló que Frontex dispone este año de un presupuesto de 88 millones de euros (115,5 millones de dólares), un incremento de más de 15 millones (19,6 millones) frente a 2008.

Precisó que la reducción de las salidas desde Senegal o Mauritania hace que Gambia se esté convirtiendo en nuevo punto de partida para el éxodo hacia Europa, lo que alarga cada vez más el viaje de los emigrantes y, por tanto, aumenta los riesgos de la travesía a bordo de los cayucos.