La Universidad de La Laguna (ULL) emprenderá una campaña informativa para hacer frente a los mensajes de los colectivos contrarios al Plan Bolonia y responder a las dudas que ha generado el proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).

Para ello, el Vicerrectorado de Alumnado, a través del Servicio de Información y Orientación, ha editado unos siete mil ejemplares de un díptico que será distribuido en los distintos centros y facultades de la ULL. De hecho, según la vicerrectora Juana María Rodríguez, la iniciativa es "un compromiso con los decanos" que, junto a los coordinadores de calidad, serán los encargados de repartir el folleto.

"La convergencia constituye una oportunidad excelente para mejorar el sistema universitario y reforzar la universidad como servicio público", expone Rodríguez, quien destaca que la reforma potenciará el "papel activo del alumno en el proceso de aprendizaje", pues "atiende fundamentalmente al trabajo del estudiante de una forma justa y proporcionada".

El equipo de gobierno de la Universidad lagunera ha sido acusado en muchas ocasiones de no haber sido suficientemente transparente sobre la drástica modificación que supondrá el Plan Bolonia. Cuando se le pregunta si la campaña llega demasiado tarde, la vicerrectora de Alumnado responde que, en este aspecto, la ULL está "en sintonía con el resto de universidades del ámbito nacional", donde, recuerda, la información se ha ofrecido "paralelamente a la aprobación de las nuevas titulaciones", por lo que la institución académica tinerfeña "no se adelanta ni se retrasa".

Aunque, en la actualidad, la Universidad está centrada en esta iniciativa, no descarta "abrir nuevos canales de comunicación" en el futuro, "a medida que vayan surgiendo novedades". En cuanto a la posibilidad de que, tal y como se le ha demandado -recientemente lo ha hecho la consejera canaria de Educación, Milagros Luis Brito-, el Ministerio de Ciencia e Innovación haga un esfuerzo informativo especial sobre el EEES, Juana María Rodríguez cree que "todo lo que signifique más información será bienvenido".

Bajo el título "La ULL, una universidad europea", el díptico contesta a los principales interrogantes -o, más bien, acusaciones- alrededor del Plan Bolonia. Así, desmiente que los títulos de grado, que sustituyen a las actuales licenciaturas, pierdan valor respecto a éstas, y que para acceder al mercado de trabajo sea necesario cursar un posgrado. Además, niega el costo desorbitado que suele atribuirse a estos últimos y recuerda que están fijados a los precios públicos.

También aclara el documento que las becas préstamo serán una oferta complementaria, no sustitutiva, de las actuales ayudas. Respecto a la habitual crítica sobre la "privatización" de la Universidad, la ULL la rebate afirmando que la institución "seguirá siendo pública y soberana. Otra cosa es que escuche a los agentes sociales para conocer las demandas de la sociedad", dice.

La supervivencia de las titulaciones de Humanidades está garantizada, según la ULL, que también desmiente que vaya a incluirse un curso común y que se dificulte la compaginación de estudios y trabajo. Asimismo, explica que la formación práctica no deberá realizarse únicamente en empresas, sostiene que se facilitará el aprendizaje de idiomas y defiende el traslado -que no desaparición- de la convocatoria de septiembre a julio.