TOMÁS AZCÁRATE RISTORI pertenece a una familia de políticos y marinos, como Gumersindo de Azcárate, que fundó junto a Giner de los Ríos la Institución Libre de Enseñanza; Pablo de Azcárate, secretario general de la Sociedad de Naciones; Patricio de Azcárate, jurista, diputado y creador de importantes leyes; Justino, que fue ministro de la II República y que en 1977 fue senador Real en las Cortes Constituyentes Españolas, y Manuel de Azcárate, responsable de política exterior del Partido Comunista de España e ideólogo del Eurocomunismo. Tomás de Azcárate nació en San Fernando (Cádiz) en 1917. Después del fusilamiento de su padre, Tomás de Azcárate García de Lomas, que como marino no se sumó al Golpe de Estado de 1936, y vio truncada su carrera de Medicina por la Guerra Civil, se fue a Marruecos, donde se casó con Juana María Bang Morante, con quien ha tenido cinco hijos.

En 1956 se trasladó a Tenerife, donde ha dedicado su vida profesional al impulso y desarrollo de la agricultura de Canarias: en un principio, en la empresa de otro familiar, José María Entrecanales de Azcárate, "Entrecanales y Larrarte"; luego, en las explotaciones de las plataneras que dicha empresa tenía en Tenerife, principalmente en el Sur de la Isla, en la zona de Fañabé . Posteriormente, ocupó el cargo de director-gerente de la compañía Agrícola de Tenerife y consejero delegado de Ebro, contribuyendo tanto al desarrollo agrícola del plátano en Tenerife, como a la modernización del sistema de empaquetado y exportación, así como al de los invernaderos de plantas ornamentales y flores.

Durante su época de director se construyó el mayor invernadero de Europa en aquel entonces. En consecuencia, impulsó la comercialización de estos productos y su exportación a toda Europa. Además, formó parte de la directiva de la CREP, y participó activamente en la creación de entidades como Floritesa y Orquidario Lycaste. También ocupó el cargo de tesorero de la Comunidad Unión Norte y fue uno de los más importantes artífices de la modernización de la agricultura canaria.

Tinerfeño de corazón, se granjeó el cariño y la amistad de todos con los que tuvo ocasión de relacionarse, por su honestidad y el buen hacer que le ha caracterizado a lo largo de toda su trayectoria.

Hombre culto, ameno y divertido, organizó tertulias entre los amigos que esperaban siempre la ocurrencia y las anécdotas curiosas que siempre sorprendían al oyente.

Todavía a sus 92 años mantiene, aunque algo mermados, su buen humor y simpatía.