El sindicato docente STEC-IC clausura hoy en el Puerto de la Cruz su IX congreso, en el que ha hecho bandera de la lucha por recobrar la "unidad sindical", ya que, según afirmó ayer Manuel Marrero, miembro del Secretariado Nacional saliente de la organización, la actual situación de "atomización" del sindicalismo educativo "lleva a no tener la suficiente fuerza".
De hecho, Marrero confía en que las próximas elecciones sindicales contribuyan a terminar con la "sobrerrepresentación" que afecta al colectivo. "Esperamos que los votos se concentren en algunas organizaciones y que las que no resulten útiles pierdan su razón de ser", señaló.
Respecto al conflicto por la homologación retributiva, Ma-nuel Marrero recordó que el STEC es la única organización que no ha recurrido aún a la Justicia. "Hemos querido ser coherentes y que los tribunales no interfieran en la negociación, y tampoco hemos querido dar una excusa a la Consejería de Educación para no negociar".
No obstante, tanto Marrero como su compañero Ramón Morales matizaron que el sindicato aún no ha decidido si optará próximamente por este camino, que es "legítimo", pero hasta ahora no ha sido el "adecuado" para el STEC. "No hay una posición de futuro", dijo Morales
En el IX congreso del sindicato participan delegados procedentes de todas las islas -así como invitados de organizaciones en las que está integrado el STEC-IC- que analizan la situación por la que atraviesa la enseñanza pública en la Comunidad autónoma, en "su peor momento en cuanto al trato que le dispensan los gobernantes, especialmente hacia los trabajadores", según Manuel Marrero.
La calidad, por encima
Por ello, la cita congresual se centra en propuestas de mejora de la educación y de incremento de la participación. En cuanto a la homologación salarial, "por encima de ella tiene que estar la defensa de la calidad de la escuela pública. Eso nos mueve, sin renunciar a nuestras demandas salariales. Tenemos la razón y estamos seguros de que saldremos triunfantes", explicó Manuel Marrero.
El congreso también servirá para que el sindicato afronte una renovación generacional. "Algunos llevamos más de treinta años, y algunos seguirán, pero también entrará gente nueva", aseguró Marrero.