"Con este premio, la FEHR reconoce a la cadena de hamburgueserías su compromiso con la calidad y se convierte en la primera compañía del sector de la restauración rápida en recibir un reconocimiento de estas características". "Siempre hemos trabajado para ofrecer a nuestros clientes una experiencia de calidad apuntó la presidenta y directora general de McDonald''s España, Patricia Abril, que consideró un orgullo recibir el premio". Era la noticia.

No encuentro un vocablo adecuado para definir este premio; me surgen, así, de manera rápida, un flujo de palabras impronunciables. Sorprendido, impensable, indignado... lo dejaremos así, que es políticamente más correcto.

Sorprendido. Como cocinero conocedor del buen género y el buen hacer en la cocina, mi experiencia de casi 12 años me da plenas facultades de afirmar que no parece procurar la mejor calidad del producto, a pesar de todas sus campañas de márketing para intentar convencer a la humanidad de lo contrario. Ahora después de muchos años dando a los consumidores sus hamburguesas (procedentes de vacas alimentadas con piensos de origen animal, vegetales de agricultura transgénica, salsas, condimentos y demás elementos de muy alto porcentaje en grasas hidrogenadas), entiendo que nefastas para nuestra salud, se han dado cuenta de que cada vez más habitantes del mundo nos decantamos por la agricultura ecológica; que nos preocupa el trato recibido a los animales que nos comemos, que cada día hacemos girar la ruleta de nuestra economía local comprando al productor local, al pescador de nuestras costas; que comemos en restaurantes comprometidos con nuestra armónica nutrición. En definitiva, comprometidos con nosotros.

Impensable que una asociación de esta índole otorgue premios a cocineros de tanta reputación y respeto, las buenas maneras y formas de cocinar y alimentar, y... a estas multinacionales... Me gustaría saber la opinión de los cocineros de reconocida y merecida fama mundial y tan influyentes en la gastronomía española actual, tan galardonados (Ferrán Adriá, Arzak o José Andrés, que Santamaría ya lo dejó claro); chefs que pronuncian premisas a favor de una alimentación saludable.

Pertenezco desde hace años a EuroToques. Periódicamente cumplimos con una obligación que creo que tenemos como cocineros -muchas veces debatido en nuestras asambleas, el poco tiempo que le dedicamos-: vamos a colegios de primaria y, vestidos de chaquetilla, inculcamos a los niños una alimentación saludable y unos métodos alimentarios correctos.

¿Y ahora qué diremos a los pequeños?

Indignado, cuando por la televisión veo presumiendo de calidad y seguridad alimentaria con emblemas otorgados por asociaciones que afirman representarme a mí como hostelero.

Así no (FEHR), se equivocan: tengo otros principios.

Manuel Regalado. Cocinero