Los Realejos: felicidades

Hoy nos hemos enterado de que, como consecuencia de la lluvia de millones de euros que nuestro municipio va a obtener por el plan Zapatero, el grupo gobernante ha anunciado un amplio proceso de participación ciudadana sobre las acciones en infraestructuras que será posible realizar con esta inyección económica. Considero que ya era hora de que esta vieja reivindicación, reclamada durante un largo tiempo por todos los ciudadanos realejeros (y en especial la Asociación Vecinal San Agustín), fuese contemplada y puesta en práctica por nuestros gobernantes, derecho éste que, si observamos, es publicitado como objetivo estrella en todos los anteriores procesos electorales al momento de pedir el voto (pero ya se sabe que una cosa es predicar y otra practicar).

Mi opinión es que esta novedad en el cambio de hacer política social podría deberse a las innumerables denuncias expresadas por asociaciones y vecinos en los diferentes medios de comunicación, pidiendo el cumplimiento de este derecho, y que, incomprensiblemente, aún conociendo que Los Realejos es uno de los municipios de Tenerife pionero en tener aprobado desde el año 1998 un reglamento de participación ciudadana, nuestros gobernantes ignoraban y ninguneaban a los vecinos por pedir el cumplimiento de este derecho. Quizás si la postura del grupo de gobierno hubiese sido conforme al cumplimiento de este reglamento, la Asociación San Agustín no existiera. ¿Por qué ahora sí y no antes? De todas formas, como el rectificar es de sabios, felicito al Sr. alcalde y a su grupo de gobierno por este gran cambio social. Así se hace política, como ellos mismos dicen, diálogo, diálogo, diálogo.

Juan Jesús Carballo González

Chávez 1 - Venezuela 0

Dádivas quebrantan peñas, reza una vieja expresión, al parecer de origen anónimo; o compran votos y voluntades, los cuales no resultan tan caros a fin de cuentas y cunden lo suyo. Esto último es algo que nuestros entrañables caciques sabían y saben. Es lo que en la práctica constituye lo que podríamos llamar el "absolutismo democrático", que, como oxímoron político, no está mal del todo. Se trata, ni más ni menos, que de crear redes clientelares entre el electorado que aseguren una buena cosecha de votos, a base de dádivas en efectivo junto con un uso, cuanto más cínico, mejor, de una demagogia indecente. Y si dichas dádivas se prodigan sin que ello cueste ni una locha al peculio del donante, pues miel sobre hojuelas? o petrodólares en maletines "ad hoc". Y es que el subsuelo del lago Maracaibo da mucho de sí, pero acabará por agotarse, y entonces?

Tras el previsible y clamoroso fracaso sufrido por el presidente bolivariano en el referéndum de enero de 2007, en el que pretendía prolongar sine die su mandato, no ha dudado en recurrir nuevamente a la coerción más agresiva en un nuevo intento de salirse con la suya, y esta vez lo ha conseguido -con un 46% de los votantes en contra, lo cual indica que no las tiene todas consigo- y con un sistema electrónico de validación de votos insuficientemente conocido por buena parte del electorado. La sindéresis no parece ser su fuerte.

Por otra parte, nuestro dictador en ciernes ha conculcado, al parecer, un precepto de la constitución "bolivariana", que más bien debería llamarse "chaviana", que determina expresamente que no se celebren dos referendos sobre una misma cuestión y dentro de un mismo mandato presidencial. Tal haya sido un lapsus o que en las riberas del Arauca vibrador, al son de la marimba y del cuatro, los conceptos democráticos más elementales sufren una mutación que los aparta del resto de los que están al uso en otras democracias de mayor prosapia.

En el Congreso de Angostura, el 15-02-1819, el libertador Bolívar, a quien tanto parece admirar Chávez, afirmó, entre otras cosas: "Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se originan la usurpación y la tiranía; nuestros ciudadanos deben temer que el mismo que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente". Más claro, agua.

Por otra parte, el descenso en la cotización del barril de crudo -que es de esperar que continúe por largo tiempo- ha reducido bastante la capacidad de dispendio del presidente a costa del bienestar social de la mayor parte de la población del país hermano. Pero, por desgracia, de momento el tanteo es: Chávez 1, Venezuela 0

J. Lavín Alonso