El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó ayer que el Ejecutivo ha de ser exigente con la banca, al tiempo que respaldó al ministro de Industria, Miguel Sebastián, que horas antes había realizado unas declaraciones en las que aseguró que al Ejecutivo central "se le está acabando la paciencia con los bancos" y advirtió de que si las empresas y las familias no reciben financiación actuará "en consecuencia".

El ministro argumentó que los bancos son los "causantes" de la crisis y tienen que ser los protagonistas de la salida de la misma y les pidió que hagan un ejercicio de responsabilidad por el país y "aflojen" la situación del crédito.

Afirmó que de la crisis no se saldrá sólo con la acción del Gobierno y señaló que las encuestas que maneja su Ministerio revelan que más del 80% de las pymes sufren problemas de financiación.

En esta línea, explicó que en cuanto falla un proveedor se puede romper la cadena de pagos y subrayó que los bancos deben acudir rápidamente para dar créditos y evitar esta situación. Así pues, puntualizó que bancos y cajas tienen "toda la vigilancia del Gobierno", que velará porque hagan llegar a empresas y familias las líneas previstas por el Instituto Oficial de Crédito (ICO) para dotarlas de liquidez y, por ejemplo, permitir a los desempleados aplazar el pago de sus cuotas hipotecarias.

Solvencia

Por su parte, Zapatero insistió en la solvencia de las entidades financieras españolas por ello les apremió a que activen la línea de crédito de 10.000 millones que se ha puesto en funcionamiento a través del ICO. Además, matizó que, ante esta "difícil situación", el Gobierno tiene "la máxima responsabilidad pero no la única" y explicó que en la reunión con los responsables de la banca consiguió el compromiso de conceder más crédito.

El vicesecretario de Comunicación del Partido Popular, Esteban González Pons, tildó de "representación teatral" el encuentro, mientras que la portavoz de los populares en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló que el Gobierno reconoce ahora el "error" que cometió cuando negoció con los bancos la concesión de fondos del Estado, pues entonces el Ejecutivo debía haber "amarrado el traslado de ayuda pública".

Así, recalca que Zapatero ha demostrado ser "un pésimo negociador" , ya que primero tenía que haber puesto las "condiciones" y luego facilitar el dinero.

También recibió críticas de CiU y ERC que alegan que las medidas acometidas no han tenido efecto.

Finalmente, el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Sebastián Grisaleña, solicitó al Ejecutivo central que sea "más contundente" con la banca porque entiende que si la concesión de créditos a ciudadanos y empresas no se agiliza, la "situación no va a mejorar".