Más de la mitad de las familias canarias no disponen de una póliza de seguro de hogar para posibles contingencias, un dato que resulta contradictorio si se tiene en cuenta la siniestralidad a la que están expuestas las viviendas y la obligatoriedad, según la legislación vigente, de asegurar contra daños los inmuebles que estén sujetos a préstamos hipotecarios.

Ésta es una de las conclusiones que se desprende de un estudio interno elaborado por CajaCanarias en base a los datos publicados por Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA) y el Instituto Canario de Estadística (Istac), que realiza un análisis comparativo sobre los más de 800.000 hogares registrados en Canarias.

A pesar de que, en la mayoría de los casos, la vivienda es la mayor inversión que realizan las personas en vida y que requiere de un gran esfuerzo económico para su adquisición y mantenimiento, este estudio también desvela que no existe una clara concienciación entre la población en general sobre la necesidad de tener asegurados sus inmuebles.

Los propietarios corren el riesgo de perder o ver mermado su patrimonio, sin tener en cuenta que la lista de accidentes fortuitos que se pueden producir en el seno de su vivienda es interminable. Incendios, robos, daños por agua, fallos eléctricos, daños producidos a terceros o deterioros por inclemencias meteorológicas, son algunas de las siniestralidades.

Dentro de la línea de apoyo que CajaCanarias presta a las familias, que actualmente constituye uno de los sectores más sensibles a la ralentización de la actividad económica, la entidad de ahorro ha mejorado las condiciones del seguro Caser Hogar que comercializa a través de su red de oficinas, al objeto de hacerlo más accesible a todas las personas y que éstas puedan tener cubierto su patrimonio por un coste muy competitivo, evitando el tener que desembolsar una gran cantidad de dinero en caso de siniestro o incluso asumir la pérdida de la vivienda.

La prima media anual de un seguro multirriesgo hogar está en torno a los 180 euros, lo que supone un esfuerzo de 15 euros mensuales a cambio de tener la tranquilidad de tener protegido el hogar ante cualquier imprevisto.