Un total de 63 posibles menores de edad han llegado este mes en los cayucos que han alcanzado las costas canarias, por lo que los niños africanos acogidos en las Islas superan los 1.500.

Canarias ha instado a las comunidades autónomas a que muestren su solidaridad con las Islas en la acogida de estos chicos.

En este sentido, el Principado de Asturias ha comunicado que suspenderá, por el momento, el acogimiento de menores extranjeros, hasta que no de por cerrado el proceso de reorganización en el que está inmersa la red de centros de acogida de la región.

Por su parte, Murcia ha renovado su compromiso de seguir acogiendo a más menores africanos "para aliviar la saturación que sufren los centros canarios, como ha hecho en otras ocasiones".

Sin embargo, recalcó que se debe plantear una solución a largo plazo.

Andalucía, saturada

En cambio, el presidente de la asociación Andalucía Acoge, Ángel Madero, apoyó la decisión adoptada por la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía de no acoger a niños procedentes de Canarias ante el riesgo de "saturación" de los centros existentes en la región andaluza.

Según explicó, las Islas están acostumbradas a recibir a mucha gente, como es el caso de los turistas, por lo que indicó que esta cifra de menores no es tan elevada y que la gestión de los mismos puede llevarse a cabo con un sistema de protección adecuado.

Destacó que el trabajo con menores inmigrantes que se desarrolla en Andalucía es "muy positivo", por lo que el Gobierno canario debería "tomar nota" de los trabajos que sobre esta materia se están realizando.

En cuanto al reparto de estos menores a otras comunidades autónomas, el presidente aclaró que "no es lógico" que Andalucía acoja a parte de estos niños porque la región es una puerta de llegada de inmigrantes y esto saturaría la actual situación, ya que la comunidad acoge en la actualidad a un total de 903 menores no acompañados y se encuentra "al límite" de su capacidad.

Aseguró que algunos políticos canarios están utilizando esta situación como "arma" política, algo que "no se debe hacer", y que "están diciendo que se rebajen los derechos de los menores inmigrantes sólo por el hecho de ser inmigrantes".