La lepra es una enfermedad perfectamente curable. Pero su estigma no. Persiste y marca la vida de quienes padecen este mal, "la menos contagiosa de las enfermedades infecciosas", según destacó la dermatóloga y especialista Monserrat Pérez López. En 2007 se registraron en el mundo 260.000 nuevos casos de lepra y apenas una veintena en España. Pero la cifra real podría superar el medio millón. Los expertos saben que el miedo a una infección que fue terrible antes de disponer de los tratamientos que la neutralizan hace que se oculten datos, en especial en África y en los países con más prevalencia, como India y Brasil. Podrían ser así más de 500.000 los casos nuevos que cada años se registran en todo el mundo, según explicó la doctora Pérez López en vísperas del Día Mundial contra la Lepra que se celebra este domingo. La jornada coincide este año con el centenario de Fontilles, centro pionero y de referencia para el tratamiento del lepra en nuestro país un siglo después de su creación.

En España se detectaron el año pasado un total de 25 nuevos casos de lepra. Sólo dos de los afectados eran españoles. El resto son inmigrantes, procedentes en su mayoría de Surámerica y muy especialmente de Brasil, Colombia y Ecuador. Brasil e India son los dos países con mayor prevalencia de esta infección, causada por el bacilo mycobacterium leprae que el médico noruego Gerhard Armauer Hansen descubrió en 1873. Por lo común los inmigrantes que padecen lepra llegan a España "infectados pero no diagnosticados", según reconoció la dermatóloga Monserrat Pérez que recuerda que "el periodo de incubación es muy largo".

Bacterias que viajan

"Las bacterias viajan como nosotros y tendremos que ponernos las pilas, en especial la clase médica, para batallar con unas enfermedades que tenemos olvidadas pero que con la inmigración repuntarán y se trasladarán de un continente a otro" advirtió la dermatóloga. Es una de las especialistas de la fundación Fontilles, creada en 1909 y que atiende hoy en su sanatorio del alicantino Vall de Laguar a 55 residentes y a130 pacientes de forma ambulatoria.

"La lepra es perfectamente curable en un plazo de seis a doce meses y con la aplicación de tres potentes drogas muy específicas", explicó la doctora Pérez López. Lamenta "que seamos capaces de curar la enfermedad pero no su estigma". "Los pacientes siguen pidiéndonos que lo ocultemos".